Hipertensión arterial

¿Qué es la hipertensión?

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al empujar las paredes de las arterias. La hipertensión arterial es una enfermedad crónica de etiología variada que se caracteriza por el aumento sostenido de la presión arterial, ya sea sistólica, diastólica o de ambas. Es un problema de salud de primera importancia, ya que se estima que su prevalencia se encuentra entre el 21 y el 25% de la población adulta general.

La presión arterial se mide teniendo en cuenta dos números. El más elevado es la presión arterial sistólica (tensión que genera el corazón cuando bombea la sangre al resto del cuerpo). Por otro lado, el número más pequeño se denomina presión arterial diastólica (presión en los vasos sanguíneos entre los latidos del corazón).

Decimos que una presión arterial es normal cuando se sitúa en torno a 120/80 mm Hg. Entonces, cuando dicha presión se sitúa en valores por encima de 140/90 mm Hg obtenida en dos o más visitas en consulta, es cuando hablamos de hipertensión arterial.

Pero, ¿qué factores afectan en la hipertensión arterial?

Pues la verdad es que hay muchos factores que pueden verse involucrados, desde algunos no modificables, como pueden ser el sexo, la edad, la raza, los antecedentes familiares, enfermedades crónicas, etc. Así como algunos que sí que podemos controlar, como son el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaco, el consumo de sal en la dieta, entre otros.

Todo lo mencionado anteriormente hace que la presión arterial sea alta y esto puede dañar los vasos sanguíneos. Si pasa mucho tiempo sin controlarse, la repercusión es mayor.

¿Qué complicaciones orgánicas puede derivar una presión arterial elevada?

  • Retinopatía hipertensiva: puede ocasionar una complicación oftalmológica.
  • Miocardiopatía hipertensiva: puede acabar produciendo una insuficiencia cardíaca y además ocasionar una isquemia miocárdica.
  • Repercusión vascular: la hipertensión es uno de los factores más importantes que contribuyen a la arteriosclerosis, y de ahí que los pacientes se compliquen con infarto de miocardio, infarto cerebral, claudicación intermitente, trombosis mesentéricas o aneurisma aórtico…
  • Repercusiones neurológicas: lo más frecuente es que ocasione síntomas inespecíficos como cefalea, tinnitus, mareos o trastornos de la visión. Además, puede ocasionar signos neurológicos focales que pueden indicar ictus, hemorragia o isquemia cerebral transitoria.
  • Nefropatía hipertensiva: es la segunda causa más frecuente de insuficiencia renal crónica y la primera en mayores de 65 años. La HTA es el principal factor de progresión de la insuficiencia renal crónica.

¿Qué puedes hacer?

La clave es cuidarse. Es sumamente importante tener hábitos de vida saludables: dieta saludable, deporte, no fumar, etc. La primera medida que se debe adoptar ante un paciente hipertenso consiste en modificar sus hábitos de vida, así como controlar el resto de factores de riesgo cardiovasculares si los presenta.
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