10 consejos para proteger a los niños del sol

10 consejos para proteger a los niños del sol

Se acerca el verano y es conocido por todos que debemos cuidar y proteger las piel de los rayos del sol. Pero cuando además se trata de los más pequeños, debemos tomar más consciencia para usar todas las protecciones necesarias para que no sufran las consecuencias o efectos negativos que pueden presentarse tras la exposición al sol. 

Hoy queremos listar una serie de consejos básicos que conviene seguir para evitar que el sol dañe la delicada piel de los más pequeños. Parecen consejos más que evidentes y racionales, pero en muchas ocasiones descuidamos detalles que pueden afectarles:

  1. No exponer al sol a niños menores de 6 meses: Los bebés con menos de 6 meses no deberían estar expuestos nunca de forma directa al sol. Tampoco bajo una sombrilla, por ejemplo en la playa, ya que la arena refleja alrededor de un 20% de las radiaciones solares y el agua, sobre un 10%.
  2. Evitar las horas centrales del día. Los niños (al igual que los adultos) no deberían estar expuestos al sol entre las 12 y las 17 horas, ya que esta franja horaria es la más peligrosa en cuanto a radiación solar se refiere.
  3. Comenzar a protegerse en primavera. La protección solar debe comenzar en primavera, con la llegada del buen tiempo y la realización de actividades al aire libre, como montar en bicicleta o salir de excursión. En esta época del año el sol puede resultar tan nocivo como en verano, por lo que conviene proteger a los niños.
  4. Aplicar un protector solar adecuado. Usar un fotoprotector solar adecuado es básico para proteger al niño de los rayos del sol. Existen muchos tipos de cremas solares que, a su vez, son resistes al agua, pero debemos saber escoger la más adecuada y con un alto factor para evitar posibles quemaduras. Recomendamos usar factor 50 para niños y aplicar en más de una ocasión durante la exposición.
  5. Buscar sombras naturales. Colocarse al aire libre bajo una sombra natural, como la de una arboleda, es mucho más efectivo que hacerlo bajo una sombrilla. En todo caso, de no haber sombras naturales, hay que usar siempre una sombrilla. Parece obvio que si vamos a la playa no encontremos a sombra de un árbol, pero no debemos asociar solamente la playa con la necesidad de proteger a los niños de los rayos ultravioletas.
  6. Utilizar una sombrilla tipo iglú. Las nuevas sombrillas tipo iglú ofrecen una protección mayor que las sombrillas tradicionales. Por un lado, el material del que están hechas actúa parando las radiaciones ultravioletas del sol, y, por otro, el tejido se extiende también al suelo, con lo que se consigue evitar el reflejo del sol sobre la arena o la hierba.
  7. Usar ropa adecuada. Cuando se expongan al sol, los niños deberían usar siempre un gorro con visera o una gorra que proteja toda la cabeza. Además, la ropa ha de ser holgada y preferiblemente de algodón, que es un tejido que favorece la transpiración. En general, las prendas mojadas dejan pasar más la radiación solar que las que están secas. Además, en el mercado hay trajes de baño y camisetas que protegen del sol. Llevan la certificación UPF (siglas en inglés de factor de protección ultravioleta) y, según su índice, evitan en mayor o menor medida el paso a través del tejido de las radiaciones ultravioletas.
  8. No aplicar perfumes ni colonias: Los perfumes y las colonias con alcohol pueden resultar fotosensibilizantes, por lo que conviene no perfumar al niño antes de que se vaya a exponer directamente al sol.
  9. Protegerse aunque esté nublado: Las medidas para protegerse del sol deben tomarse aunque el día esté nublado o haga viento. De hecho, las nubes no son un obstáculo para el paso de los rayos ultravioleta, por lo que el niño puede sufrir quemaduras igualmente aunque la sensación de calor sea menor, por efecto de las nubes o del viento.
  10. Evitar la deshidratación. Es muy importante que los niños beban abundante agua u otros líquidos para evitar que puedan deshidratarse con el calor del sol y provocar de esta manera una situación peligrosa y a la vez, innecesaria