Las Navidades han llegado a su fin, y son muchos los recuerdos que quedan en la memoria, aunque también los efectos. Y es que las fiestas navideñas están marcadas por los excesos, lo que provoca ciertos estragos en nuestra salud, como el infarto de miocardio y sus síntomas.
Desde hace años, los profesionales del sector venimos alertando del riesgo de sufrir un infarto en Navidad, un periodo donde el alcohol y las comilonas son demasiado frecuentes. Estos factores, junto a muchos otros, son determinantes en este tipo de casos.
Qué es el infarto de miocardio
El infarto de miocardio es una patología que se caracteriza por la disfunción (necrosis) de una parte del músculo cardiaco, que ocurre cuando se produce una obstrucción completa de la arteria coronaria.
Dicha obstrucción provoca que el riego sanguíneo sea insuficiente, lo que desemboca en la falta de oxígeno y energía en el miocardio y, finalmente, la muerte del mismo.
Las causas más comunes en el infarto de miocardio son un coágulo de sangre y la aterosclerosis, es decir, la grasa depositada en las arterias. Ambas causas se van produciendo progresivamente, no de forma inmediata, y siempre agravadas por algunos factores de riesgo: tabaco, colesterol, obesidad, sedentarismo, etc.
Infarto de miocardio y síntomas
Conocer el infarto de miocardio y sus síntomas es un aspecto fundamental para poder actuar con rapidez y conocimiento si se diera el caso. Generalmente, la mayoría de los pacientes con infarto presentan o han presentado algunos síntomas de advertencia antes de sufrirlo:
- Dolor torácico: Se trata de un repentino dolor en la zona torácica, prolongado y de forma intensa, que puede extenderse hasta los hombros y brazos.
- Dificultad respiratoria: La dificultad para respirar es uno de los síntomas más frecuentes, acompañados, normalmente, de mareos, debilidad, sudoración, etc.
- Pérdida de conocimiento: Se trata de un síntoma más grave, que puede anunciar un shock cardiogénico o muerte súbita.
Nuestros expertos en Cardiología de Sant Quirze recomienda que se deben controlar los excesos durante todo el año, especialmente en fechas señaladas, así como la consulta con profesionales cardiovasculares que puedan detectar este tipo de patologías.
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